viernes, 25 de mayo de 2012

Santa Marta, entre la sierra y el mar.

En Santa Marta las olas lamen las faldas del nevado más alto del mundo a orillas del mar.

La ciudad más antigua de América del Sur está llena de una magia difícil de describir, su patrimonio arquitectónico inigualable, hermosos paisajes y un gran legado cultural, hacen de este paraíso natural un destino ideal para disfrutar, conocer y recordar.

Aquí es posible tenerlo todo, la Sierra Nevada de Santa Marta, con una red de ecosistemas única en el planeta, y enigmáticos vestigios arqueológicos de la cultura Tayrona; las playas del Parque Nacional Natural Tayrona, enmarcadas por una naturaleza virgen y exuberante, reconocidas entre las más bellas del mundo.

Espacios poblados por bandadas de loros, infinita variedad de aves y manadas de monos aulladores que informan con su bullicio a los demás habitantes de la selva la presencia de excursionistas.

Y un legado histórico, representado en la arquitectura y en las calles del centro histórico, un recorrido ideal para visitar la Catedral, los museos y el Malecón de Bastidas, donde además de conocer se puede gozar de un romántico atardecer.